Cuando se trata de los dientes, se habla mucho del esmalte dental y que debemos protegerlo, pero nunca se sabe realmente por qué. ¿Es para mantener tus dientes blancos y brillantes? ¿Es para prevenir las caries? Ambas respuestas son afirmativas, pero hay una respuesta aún más importante: Si no cuidás el esmalte, con el tiempo expondrás tu dentina y ahí vendrán los problemas de dolor.
Por debajo del esmalte, la dentina consiste en una capa sensible de tejido y túbulos dentinarios que se comunican con el nervio de tus dientes. Cuando las encías se retraen exponen la dentina y cosas que antes pasaban inadvertidas ahora pueden producir molestia. Esto es porque los túbulos dentinarios permiten que alimentos o bebidas como sopa caliente o helado frío estimulen directamente el nervio del diente, y ahí aparece la corriente desagradable.
Ahora que ya lo sabes, ¡prestá atención a tu dentina! Cuidá tu esmalte dental con un cepillado suave, evitando alimentos ácidos y previniendo que tu boca se reseque para proteger tu dentina.